¿Qué es el Estrés, el Distrés y el Eustrés?

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Entender qué es el Estrés.

En nuestro mundo acelerado, el estrés se ha convertido en una constante, afectando nuestra salud, relaciones y calidad de vida.

En este post, exploraremos qué es el estrés, cómo nos afecta y qué podemos hacer para gestionarlo efectivamente.

Desde entender la diferencia entre eustrés y distrés hasta explorar técnicas avanzadas como el mindfulness, este artículo te equipará con el conocimiento y las herramientas necesarias para tomar el control de tu bienestar emocional y físico

El origen del estrés es la percepción de que uno está en un mundo incierto, un mundo que no puede controlar.

Un sorprendente 76% de los trabajadores en EE. UU. afirman que el estrés laboral impacta negativamente en sus relaciones personales​​.

Patologías del estrés.

El estrés es uno de los principales desencadenantes de numerosas condiciones de salud, afectando desde nuestro sueño hasta nuestra capacidad reproductiva. Es una causa frecuente de insomnio y colon irritable, y puede generar un grado de tensión muscular tan alto que resulta en dolores persistentes de espalda y otras áreas.

Impacto en el Sistema Inmunológico.

El estrés crónico altera significativamente el sistema de defensa del cuerpo. En situaciones de supervivencia, el cerebro prioriza funciones inmediatas para la supervivencia sobre aquellas que protegen contra agentes externos como bacterias, virus y tumores. Esto resulta en una capacidad reducida para combatir enfermedades comunes como gripes y resfriados.

Efectos a Largo Plazo.

Mantener activado de manera habitual el mecanismo de supervivencia, no solamente genera todos estos problemas, sino que también tiene la capacidad de afectar a la genética.

Eustrés: El Estrés Positivo.

El eustrés es la forma positiva de estrés que nos impulsa a superar retos:

  • Tu agudeza mental se dispara.
  • La capacidad de aprender mejora.
  • Tu concentración se estimula
  • Tomas decisiones más acertadas y deseables.

Distrés: El Estrés Negativo.

El distrés es la cara negativa del estrés cuando una persona se siente superada o abrumada por las circunstancias:

  • Se siente pequeña o insignificante ante un reto o desafío.
  • La angustia y la ansiedad se asocian fuertemente con este tipo de estrés.
  • Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante 6 horas.
  • Estudios demuestran que mantener pensamientos negativos puede comprometer nuestro sistema inmunológico por horas​ (The American Institute of Stress)​.

El que fuese premio Nobel de medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente, que, en su momento, se pensó que era una metáfora. ¡Ahora sabemos que es literal!

Qué es el estrés.

“Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”

Santiago Ramón y Cajal.

¿Qué se puede hacer para no experimentar el sufrimiento que produce el distrés?

Fundamentalmente, recuperar el valor de la persona, muchos seres humanos se sienten vistos y tratados como si fueran objetos o simples medios para conseguir cosas, ya sea: poder, dinero, fama, prestigio…

Sentirse valorado y apreciado, sentir que se cuenta con tu persona en los proyectos, que se respeta el punto de vista aunque sea distinto al de la mayoría, todo ello hace que esta forma negativa del estrés llamado distrés vaya desapareciendo.

Por otro lado, la depresión es una situación distinta, es muy compleja, las personas con depresión lo pasan francamente mal, prácticamente no disfrutan con nada.

Hoy se sabe que la depresión y la ansiedad son primos hermanos. Un proceso largo de ansiedad o de angustia puede terminar en una depresión.

Estrategias de Manejo del Estrés:

    Los Nervios y el Estrés.

    La razón por la que nos ponemos nerviosos la mayoría de las veces no radica en el hecho en sí, sino en la historia que nos contamos acerca del hecho, cómo nuestras interpretaciones afectan nuestra respuesta al estrés.

    Reduciendo el Ruido Mental:

    Entrenamiento en Mindfulness:

    El Mindfulness implica generar estados contemplativos de conciencia, como enfocarse en la respiración y las sensaciones del cuerpo, activar todos los sentidos y frenar la narrativa mental.

    Esto ayuda a centrar la atención en el aquí y ahora, reduciendo las preocupaciones sobre el pasado o el futuro y fortaleciendo nuestra presencia en el momento actual, ya que es el único que existe.

    Practicar mindfulness puede reducir significativamente el tamaño de las amígdalas cerebrales, lo cual está asociado con una menor reactividad al estrés. A medida que la mente se tranquiliza, emergen nuevas sensaciones y descubrimientos que pueden tener un efecto transformador en nuestra vida.

    “La depresión es la agresión vuelta contra uno mismo”

    Sigmund Freud.

    Mecanismos de Supervivencia y de Adaptación:

    Afortunadamente, además de los mecanismos de supervivencia, contamos con los mecanismos de adaptación, que nos ofrecen una forma distinta y beneficiosa de enfrentar las dificultades.

    Si ponemos como ejemplo un desierto y aparece un tigre, se activará el mecanismo de supervivencia, aunque si no aparece, el cerebro va a activar el mecanismo de adaptación.

    Precisamente por ello hemos evolucionado por este mecanismo, el de adaptación.

    La Función de los Mecanismos de Supervivencia.

    Mi organismo tiene que ser capaz de activar aquello que energéticamente puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

    En un escenario de amenaza, como la aparición de un tigre en la jungla, se activa inmediatamente el mecanismo de supervivencia. Este mecanismo tiene tres respuestas primarias: atacar, paralizarse o huir. Estas reacciones son instantáneas y cruciales para la supervivencia inmediata.

    Pongamos algunos ejemplos, con el escenario arriba mencionado:

    Si mi cerebro toma la decisión de huir, tiene que empezar a redistribuir la sangre, que esta, al final, es energía, ¿A dónde crees que irá la sangre?

    Efectivamente… a las piernas, pudiendo aumentar la potencia hasta cinco veces más que en un estado de carrera normal, esto se produce porque en ese estado le roba sangre al cerebro, al aparato digestivo, y a los órganos sexuales (ahora no es momento ni de pensar, ni de comer, ni de reproducirse), para enviarla a la musculatura.

    Por el contrario, puede suceder que se genere la otra polaridad, entrar en un estado de catatonia y quedar paralizada, ante esta situación el animal suele quedarse descolocado y posiblemente no le generes curiosidad, y termine marchándose.

    Y una última situación puede darse que vayas contra el animal.

    Sin embargo, la verdadera evolución humana se manifiesta a través del mecanismo de adaptación. Cuando este se activa, la respuesta del cuerpo es notablemente diferente. En lugar de dirigir la sangre y los recursos hacia la amígdala —el centro de la respuesta al miedo—, estos se canalizan hacia la corteza prefrontal.

    Esta área del cerebro es esencial para prestar atención, analizar situaciones con perspectiva, tomar decisiones informadas y aprender.

    Además, este estado promueve la transformación de células madre en neuronas dentro de las cavidades cerebrales, facilitando el aprendizaje, la atención, la perspectiva, la memoria, la creatividad… en nuevos entornos.

    El Dilema del Ser Humano Moderno.

    ¿Por qué, entonces, el ser humano moderno mantiene activados sus mecanismos de supervivencia de manera habitual, incluso cuando no son beneficiosos y causan desgaste celular?

    La respuesta reside en cómo interpretamos las amenazas. A menudo, respondemos a las creaciones mentales como si fueran peligros físicos reales, lo cual es un error de percepción del cerebro que necesita ser comprendido y gestionado.

    ¿Por qué ponemos en marcha estos mecanismos? Entendemos que el cerebro se equivoca, pero qué hace que se equivoque, ¿cuál es la causa?

    Manejo de la Atención y las Expectativas.

    El control sobre dónde y cómo enfocamos nuestra atención es crucial.

    La atención selectiva puede hacer que pasemos por alto aspectos importantes de nuestra realidad. Vemos donde miramos, la realidad es muy amplia y si solo miramos a un sitio no vemos el otro.

    ¿Dónde pongo mi atención?, ¿Dónde me estoy enfocando? Donde te enfoques es lo que será real para ti.

    Además, la influencia de personas tóxicas y situaciones estresantes puede desviarnos significativamente, llevándonos a activar innecesariamente nuestros mecanismos de supervivencia.

    El manejo de las expectativas, tanto personales como hacia los demás, también juega un papel fundamental.

    Mantener una actitud positiva y expectativas altas puede modificar químicamente nuestro cuerpo para nuestro beneficio, alineando nuestros estados emocionales y fisiológicos hacia una mejor calidad de vida.

    ¿Qué nos decimos a nosotros mismos?, ¿Cómo nos hablamos?

    1. Voz de la desesperanza. (no hay salida).
    2. Voz de la sumisión. (si hay salida, yo no la puedo encontrar).
    3. Voz punitiva. (si hay salida y puedo encontrarla, no merezco encontrarla).

    ¿Cuál es el efecto en el cerebro? Activa la amígdala, pero no frente al depredador, la activa desde esquemas mentales puros.

    Qué es el Estrés.

    Esta activación se origina a la altura del ojo derecho y se propaga, transformando pensamientos sostenidos (“yo no puedo, soy incapaz, nunca llegaré…”) en sentimientos.

    El cíngulo anterior en nuestro cerebro convierte estos pensamientos en emociones, lo que activa a su vez la amígdala y el hipotálamo.

    Haz clic en el siguiente enlace, si quieres profundizar en la emociones.

    Este proceso resulta en la activación del sistema de supervivencia: las glándulas suprarrenales, situadas sobre los riñones, inundan la sangre de adrenalina, noradrenalina y, principalmente, de cortisol, la hormona reina del mecanismo de supervivencia.

    Importancia de la Autoconversación Positiva.

    Mucho cuidado en cómo te hablas a ti misma/o, no alimentes tus voces negativas ni lo hagas en los demás tampoco, tienen un poder extraordinario de cambiarnos físicamente.

    Las heridas emocionales son profundas y difíciles de sanar, requiriendo tiempo y dedicación.

    Debemos ser gentiles, cuidadosos y amables en nuestra forma de comunicarnos con nosotros mismos y con los demás.

    Usar un lenguaje que nos construya en lugar de anularnos es esencial.

    Convertir las quejas diarias (“es que hace frío”, “es que qué calor”, “es que hace qué mal tiempo”) en acciones proactivas (“hay que hacer”) refleja nuestra responsabilidad de mejorar nuestro enfoque y bienestar.

    Un “no puedo”, suele llevar implícito, un “no quiero“.

    Hay que convertir los “es que” (las excusas) en “hay que” (las acciones), tenemos esa responsabilidad.

    Reflexión Final: La Perspectiva del Corazón.

    La fuerza de la voluntad y el compromiso nos permiten ascender y obtener una nueva perspectiva de la vida, tal como señaló Albert Einstein:

    La fuerza de la voluntad, la fuerza del compromiso, es más fácil estar abajo, es más arriesgado subir, pero desde arriba se ve otra perspectiva y se alcanza con la fuerza del corazón.

    Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando“.

    Asumir esta responsabilidad nos permite transformar nuestro entorno emocional y físico.

    El dolor es parte de la vida, pero el sufrimiento lo genera la mente y este sí que es opcional.

    “El ser humano está llamado a hacer sonar su música. La música es música porque hay silencio entre las notas musicales; de lo contrario, solo sería ruido.

    ” Esta metáfora ilustra la importancia de encontrar el equilibrio y la armonía en nuestras vidas, aceptando los silencios y los sonidos por igual.

    Para finalizar, te invito a que no te creas nada de lo que puedas leer o ver en estas páginas, tan solo te pido que lo experimentes en tu propia piel.

    ¡Gracias corazón bello! 💞


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